Literatura para pensar los cambios - Lucrecia Pejkovic
La escritora y docente de la Unidad Académica San Julián de la Universidad Nacional de la Patagonia Austral, Lucrecia Pejkovic, nos sorprende con otro trabajo literario relacionado con la realidad económica y social sanjulianense y patagónica.
La literatura nos permite abordar los desafíos que vivimos como comunidad desde una perspectiva de mayor distancia. A Cielo Abierto y En la hora Dorada hablan de quiebres y transformaciones.
La primera novela, editada por primera vez en 2014 y ahora en su tercera edición, narra un fragmento del pasado reciente de Puerto San Julián, cuando se produce el colapso de la producción agropecuaria por efectos de la desertificación y los golpes de un mercado adverso. En ese contexto, el Volcán Hudson declara el quiebre irrefutable, cuando Él riega de cenizas el centro de la provincia.
En un escenario, la megaminería se presenta como una alternativa productiva en las mismas tierras que, poco tiempo antes, era orgullo de los superficiarios.
Entonces, los pobladores se enfrentan a la encrucijada que presenta la necesidad de una nueva organización económica. Las deudas del pasado y los temores por el futuro surgen en las voces de una comunidad que renace, literalmente, de las cenizas. Y así como el suelo abre las entrañas para ofrecer su riqueza, los corazones quedan a cielo abierto en una historia que aún se está escribiendo.
En La Hora Dorada presenta la transformación de una empresa basada en un modelo tradicional, a una organización moderna en la que predomina la estrategia comunicacional sobre la producción y la imagen sobre la rigidez de los números.
Narrada en primera persona, los personajes se ven involucrados en un crimen que despierta sospechas sobre cada uno de los integrantes del equipo y cuestiona los valores que se pusieron en juego para lograr el cambio.
La hora dorada es ese momento del día en el que el sol hace un trato con los hombres y el horizonte se vuelve cercano. Por eso, es el mejor momento para tomar las fotografías, porque el mundo parece un lugar apacible y cálido. El conflicto se presenta cuando se mezclan los planos y se pretende que la vida real quepa en el marco de las fotos.